viernes, 15 de agosto de 2008

Xibalbá

Así llamaban al inframundo los mayas, se concebía compuesto de nueve niveles, en el más profundo vivía el dios de la Muerte. El Sol, cada noche, viajaba a través de Xibalbá en forma de jaguar derrotado.

El camino hacia Xibalbá se nos describe como un descenso por unas escaleras muy inclinadas que desembocan en la orilla de un río el cual recorre barrancos y jícaros espinosos. A continuación hay otros ríos e incluso uno de sangre, para después abrirse un cruce de cuatro caminos: uno rojo, otro blanco, otro amarillo (o verde en el caso de Hunahpú e Ixbalanqué) y otro negro. El último es el que se dirige a Xibalbá, exactamente a la sala del consejo de los Señores de Xibalbá.

En cuanto a las pruebas que los Señores de Xibalbá hacían pasar, el Popol Vuh nos cuenta que eran muchos los lugares de tormento y los castigos de Xibalbá: el primero era la Casa Oscura, “en cuyo interior sólo había tinieblas”; el segundo la Casa del Frío, donde “un viento frío e insoportable soplaba en su interior”; el tercero era la Casa de los tigres, donde los tigres “se revolvían, se amontonaban, gruñían y se mofaban”; el cuarto la Casa de los murciélagos, donde “no había más que murciélagos que chillaban, gritaban y revoloteaban en la casa”; el quinto se llamaba la Casa de las Navajas, “dentro de la cual sólo había navajas cortantes y afiladas” En otra parte del Popol Vuh dice que hay una sexta casa llamada la Casa del Calor, "donde sólo habían brasas y llamas".

Después de este breviario cultural les comparto el nuevo hallazgo que realizo el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el cual consiste en cuevas y cenotes en el estado de Yucatán que se presume podría ser la legendaria ruta del Xibalbá

Les dejo unas fotitos...





2 comentarios:

LN dijo...

WOW!!!!

Tenemos que ir!!!!

Rojo dijo...

Claro, claro usted ponga fecha.