Los resultados mostraron que los niños no mantenían la atención suficiente ya que se exaltaban con las caricaturas. Al parecer, los daños que se creían que causaba la televisión son más inmediatos de lo que originalmente se había informado.
“Los resultados deberían ser interpretados con cautela debido al tamaño del estudio, pero el resultado es sólido y refuerza la idea de que la exposición a los medios constituye un asunto de salud pública” destacó el doctor Dimitri Christakis, especialista en desarrollo infantil del Hospital del Niño de Seattle.
También dijo, como conclusión final, que los padres deberían evitar que sus hijos vieran programas “muy rápidos”, que hay que poner especial importancia en “lo que los niños miran” y no sólo en cuánto tiempo miran televisión. Como respuesta a esto un portavoz de Nickelodeon, estudio de Bob Esponja, comentó que: “Bob Esponja es un programa para jóvenes de 6-11 años, no de 4 años de edad”.
Una de las funciones del estudio era ver la reacción de niños de 4 años, un periodo clave durante el cual se ve el mayor desarrollo de cierto autocontrol de su capacidad. No se sabe cómo reaccionarían niños de otras edades.
Sólo para que se den una idea, se comparo el desempeño de los niños que habían visto Bob Esponja y quienes no. La diferencia fue abrumadora: los niños que no habían visto Bob Esponja, resultaron 12 puntos mejor calificados que los que sí.
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